Sin embargo, ni corto ni perezoso, el preparador americano ha decidido darle otra vuelca de tuerca al sistema de sobrealimentación y el resultado es un Shelby Mustang 1000 2013 con 1.200 caballos. Por su puesto, el bloque ha sido reforzado con bielas, pistones, culata y escape nuevos además de añadir un compresor volumétrico específico.
Pero quizá el trabajo más complejo que ha desarrollado Shelby sobre la base de este Mustang es el relativo al chasis, encargado de soportar un motor el doble de potente que el de serie. De esta forma, se ha modificado la suspensión añadiendo amortiguadores regulables y se ha añadido un equipo de frenos específico con sistema de refrigeración propio que es capaz de ofrecer una capacidad de frenado “cuatro veces mayor” que los frenos originales, afirma el fabricante.
Vince LaViollette, piloto probador de Shelby ha sido el primero en conducir este 'potro salvaje' y afirma en un comunicado que lo más sorprendente no es sólo el poder increíble que transmite su motor “la dirección también proporciona un feedback muy bueno y el chasis va de maravilla, tiene un toque mucho más deportivo”.
Esta noticia es publicada por Car and Driver
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